Cuando llegué por primera vez a la universidad hace dos años, no podía ni imaginar que mi experiencia se vería tan enriquecida por una actividad que, en principio, no entraba dentro de mis "planes". Con esta entrada, quiero compartir con vosotros lo que el Coro de la Universidad está significando para mí, pero sobre todo, una de las experiencias más bonitas que he vivido nunca, el Tour que hemos hecho este verano por Europa.
Cantar es una actividad que socialmente no está muy bien considerada. Muchas veces, es visto por la mayoría de gente como algo de "frikis" o incluso "una secta" he llegado a escuchar. Pero cuando entras en una carrera como Educación Musical, la formación que se nos da, tiene que potenciarse todo cuanto podamos, y en eso el coro, tiene mucho que decir.
Normalmente nos reunimos de lunes a jueves de 9 a 10 en el aula 1 de música, y los ensayos duran 1 hora. Cantar sabe "más o menos" todo el mundo, pero... ¿qué hacemos exactamente en el coro de la universidad? Cuando cantas en un coro, lo habitual es hacer música polifónica, es decir, y dicho de una manera muy simplificada: se cantan varias melodías que suenan a la vez. Al principio puede parecer complicado, pero una vez que te acostumbras, el efecto que tiene es espectacular. Recuerdo la primera vez que escuché el célebre "Cantares" de Joan Manuel Serrat a cuatro voces y me quedé... impresionada. Pues eso, básicamente cuando cantas en un coro haces música polifónica. Dentro de este tipo de música, vamos pasando por distintos períodos de la historia de la música, desde Mozart, Beethoven, o música más contemporánea.
Lo verdaderamente bonito del coro no es el hecho de que aprendas a cantar, cosa esencial en nuestra labor como docentes de educación musical, sino que topas con un grupo de gente con la que compartes miles de experiencias.
Una de ellas, es de la que os quiero hablar. El viaje que hemos hecho este verano.
El tour consistía en una visita a tres núcleos importantes de Europa: Paris, Bruselas y Ámsterdam, así como otros no tan famosos pero igualmente bellos como fueron Blois, Brujas y Gante. El viaje comenzó el día 20 de Agosto y terminó el 30: 10 días en total y durante este viaje, protagonizamos 4 conciertos en algunas de las ciudades comentadas.
Quizá el que más impresión me produjo fue el que hicimos en la iglesia de la Madelaine. Un espectacular templo de estilo Neoclasicista que a simple vista, no dista mucho del conocidísimo Partenon Griego, pero que por dentro, causa verdadera impresión. Fue el segundo de los conciertos pero quizás, y solo digo quizás el más emotivo. La sensación de magestuosidad del templo por dentro, el lleno casi absoluto, el público tan entregado.... la verdad es que me emocioné muchísimo cuando terminó. Solo para que os hagáis una idea, os pongo algunas fotos.
Aparte de la increíble experiencia que vivimos cantando en los conciertos que dimos, el viaje nos regaló espectaculares postales como esta:
Como decía al principio, la universidad reporta experiencias increíbles, pero para mí, el pertenecer al Coro de la Uex, me está llenando de no solo formación musical, sino de un cúmulo de experiencias que jamás olvidaré. Por eso, siempre que me preguntan... "¿Qué vas a hacer esta tarde? ¿Nos tomamos un Café?" yo siempre contesto "No puedo, tengo ensayo".
Hasta la próxima entrada!
Silvia
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